Cuando lo hagas tu mismo, debes de prestar mucha atención y cuidado al lavarlo ya que podrías estar dañando piezas eléctricas. Si lo dejas para que otros laven tu motor, exige que tomen las precauciones necesarias como proteger esas piezas eléctricas y el filtro de aire, especialmente en los motores diesel. En este tipo de motores, la entrada de agua podría provocar un problema serio.
Si no tienes soplete o compresor, utilizando un pincel, una brocha o un cepillo pequeño y el líquido limpiador obtienes también buenos resultados. No utilices solventes o líquidos que provengan del petróleo. Éstos dañarían las partes de caucho o goma. Cuando estés listo para empezar con la limpieza, desconecta el motor. Prepara el piso de dónde vas a limpiar el vehículo y coloca algún recipiente para los residuos. Si tu vehículo cuenta con un chapón, debes retirarlo para evitar la acumulación de suciedad. Realiza esta operación con el motor frío. Así evitas que emanen algunos vapores que tú mismo podrías inhalar.
Antes de terminar, enjuaga muy bien cada pieza. Quítales el exceso de agua. Utiliza un pincel si es más fácil. Y puedes secar todas las partes con algún paño que no deje pelusa. Lo sabemos, es una tarea pesada, pero te ayuda a mantener en mejores condiciones a tu vehículo por mucho más tiempo.
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